Una película documental que explora con gran sensibilidad los oscuros rincones de la enfermedad de la esquizofrenia, que hoy en día afecta a más de 52 millones de personas en todo el mundo. Mediante un lenguaje poético, esta obra pretende transportarnos a lo que podría ser la mente de una persona con dicha enfermedad, donde se urde un laberinto de espacios múltiples, y la realidad se distorsiona. Una mirada cruda frente a una temática de màxima seriedad, y que se ve envuelta, todavía hoy, a muchos prejuicios.
“Nadie sabe realmente qué es lo que ocurre en el cerebro de un esquizofrénico. Todo son lagunas, todo está por descubrir…”. La cineasta Ione Hernández consigue una obra profundamente humana, donde se aprecia en gran medida su profunda investigación en el tema, habiendo convivido con enfermos de esquizofrenia. Conmovida por el sufrimiento de las personas a las que entrevistó, realmente la película se convierte en un relato de la experiencia humana, donde comprobamos como sus miedos son también los nuestros. Mezclando sentimientos de tristeza, desesperanza e impotencia, concluimos en entender la poderosa valía de los testimonios del documental, tanto en el hecho de compartir su experiencia, como en su lucha diaria.