LEXICO DE INSCRIPCIONES IBERICAS

Uno de los fines màximos a que la filología clásica puede tender en la Península es, precisamente, a eso: a convertirse en filología clásica peninsular. Esto es, a -sin menospreciar los resultados de la tradición clásica occidental, sino, antes bien, aprovechando los logros científicos de la misma- incorporar a ella, perfectamente ordenados y sistematizados, la totalidad de aquellos materiales lingüísticos hispánicos más antiguos: los prerromanos. Y no sólo éstos: también, el conjunto epigráfico latinopeninsular, que conserva, en su fondo, los nombres indígenas de divinidades y personas, y que nos informa -con menos riesgo de error que los documentos escritos en alfabetos epicóricos- sobre la realidad lingüística hispánica en el momento inicial de su paso a la romanización.