EL ISLAM EN ARAGÓN

Desde el siglo VIII, la Edad Media de los territorios que hoy son la Comunidad Autónoma de Aragón formó una historia repartida entre los enclaves cristianos septentrionales y los andalusíes musulmanes, que rodeaban a los primeros por el Sur. La proporción territorial entre ambos cambió totalmente durante casi cinco siglos: desde los reducidos valles pirenaicos, los cristianos culminaron sus conquistas con las tierras turolenses en el último cuarto del siglo XII. La población musulmana permaneció, primero mudéjares y luego moriscos, hasta su definitiva expulsión, en 1614.
Desde poco después de 711 a 1614: nueve venturias de presencia y relaciones, aunque en distinta situación- Durate casi los cico primeros siglos, el Islam tuvo aquí poder político, aunque en mengua territorial, acelerada desde el siglo XI. Durante los cuatro últimos, los musulmanes aragoneses fueron súbditos del poder político de Aragón. En los cinco siglos primeros compartieron un territorio móvil -los cristianos en expansión y los musulmanes en repliegue- con sus dos ámbitos excluyentes separados -y a la vez relacionados- por una frontera territoriial, siendo ambas entidades, Aragón por un lado y la Marca Superior de al-Andalús por otra, espacios fronterizos entre sí. En los cuatro siglos finales compartieron, cristianos y musulmanes, el mismo territorio, pero dentro de él dos ámbitos: dominadores y dominados.
Esta extensa y además afacetada presencia del Islam en Aragón produjo una historia que es también, y entre otras cosas, una parte de la historia aragonesa. El territorio compartido, móvil y externamente separado primero, y luego iternamente, es un símbolo de cuantas complejas interacciones se produjeron. Muchos putos históricos de este territorio se explican adecuadamente atendiendo a la par a las situaciones musulmanas y cristianas, como es evidente respecto a la cronología, comparativamente tardía, de la reconquista aragonesa, cuya gran expansión desde el siglo XI se debería a la propia evolució demográfica, ideológica y de relación internacional, en especial con francos y con el Papado, coincidiendo por parte musulmana su fragmentación intera, según proponen C. Laliena y Ph. Sénac en su valioso libro  "Musulmans et Chrétiens dans le Haut Moyen Âge". A ello apunta P. Tucco-Chala en su reciente "Quand l'Islam était aux portes des Pyrénées". Claro está que, por parte de Al-Ándalus, son sobre todo factores económicos y militares, inherentes a esa fragmentación taifal del siglo XI, lo que redunda en su reducción.